Cactus e Dintorni

di Mario Cecarini

Los Mesembriantemos (flores del mediodía), constituían en el pasado una familia por derecho propio (Mesembriantemaceas),  ahora están incluidas bajo el marco más amplio de las Azoiáceas, más aún, en la subfamilia de las Ruschioideas. Se diferencian de acuerdo a la forma y las dimensiones que pueden alcanzar: sólo algún centímetro o algunos metros. En la naturaleza, normalmente, crecen en el invierno coincidiendo con la estación de las lluvias formando a menudo agrupaciones.  Algunos conservan las reservas de agua durante el seco verano, cayendo en una especie de letargo, otros utilizan la humedad contenida en las hojas viejas para crear nuevas, otros incluso acumulan agua en las raíces pivotantes, o si no se retiran bajo tierra. Las especies arbustivas son perennes, mientras que las anuales completan el ciclo anual coincidiendo con el periodo de las lluvias y se reproducen a través de las semillas.

 En Sudáfrica los Mesembriantemos se encuentran un poco por doquier, pero la concentración mayor se registra en el Karoo con lluvias invernales. Subiendo hacia el norte se encuentran zonas de pluviosidad estiva, por lo cual los Mesembriantemos son más escasos, para desaparecer casi completamente en la Provincia del Norte. Están también presentes en los relieves orientales hasta Etiopia, Somalia, península Arábica. No faltan algunos representantes en Australia. Para datos posteriores  visitar el apartado Aizoáceas.

Las flores pueden ser solitarias o bajo la forma de inflorescencias, son vistosas y brillantes para atraer a los insectos polinizadores. La floración se produce, para la gran mayoría, en primavera y continúa, por norma media, durante 3-4 semanas. Las horas preferidas para la apertura de las flores son alrededor del mediodía aunque hay especies como Faucaria, Lithops, Pleiospilos, Stomatium, Hereroa, que prefieren  la tarde o el anochecer.

Los frutos son capsulas, en su mayoría secas, con varias celdillas. Muchos de ellos tienen la capacidad  de abrirse cuando están mojados y de volver a cerrarse  cuando están secos (higrocasia), lo cual permite también la dispersión de semillas a distancia. Algunos géneros confían al viento este trabajo. Nananthus, Delosperma y Aptenia dejan que las semillas caigan simplemente.

Las semillas de los Mesembriantemos no presentan dificultad de germinación si se las confía a un suelo arenoso y debidamente drenado. En ciertos casos pueden estar presentes sustancias que no permiten un crecimiento espontáneo o una germinación uniforme  para todas las semillas.

En el momento en que aparece el segundo par de hojas la planta es autónoma y crece rápidamente convirtiéndose en suculenta. Algunas producen raíces tuberosas como ocurre con Mestoklema tuberosum.

Algunos géneros como Conophytum y Lithops se defienden mimetizándose con el terreno, otros crecen sobre paredes empinadas. Hay plantas que presentan espinas sobre las capsulas o sobre las inflorescencias, o bien procuran mantener alejados a los animales mediante la acumulación de productos tóxicos.

El cultivo de los Mesembriantemos es un arte que se aprende con la experiencia, teniendo en cuenta los errores cometidos. Para obtener información sobre el periodo de crecimiento y floración de cada genero consultar la Tabla de Cultivo.

La propagación es fundamental para la reproducción de la especie, especialmente de aquellas más raras, esto puede acontecer por esquejes o por semilla. Cuanto más se aproxima el clima existente al natural,  mayores serán las posibilidades de éxito, a menos que la reproducción no sea en invernadero.    

Para la propagación de semillas puede resultar útil un germinador provisto de cobertura transparente. Aunque muchas semillas pueden desarrollarse en cualquier periodo del año, es preferible respetar los ritmos naturales. Los Mesembriantemos provenientes de zonas con precipitaciones invernales deberían ser sembrados en otoño-invierno dado que la iluminación es más breve y menor la humedad del sustrato. Los géneros de la región del Cabo Oriental y del Meridional como Glottyphyllum y Faucaria que reciben lluvias ya sea en verano o en invierno pueden ser sembrados en cualquier estación. 

Las semillas son sensibles a las enfermedades por hongos (Phytium), por lo cual es una buena norma introducirlos en una cajita o sobrecito donde se ha colocado un fungicida en polvo (por ejemplo Ziram, Bis-dimetil ditiocarbamato de zinc). Para la siembra son muy apropiados tiestos de 8-10 cm de lado, los cuales irán previamente desinfectados y después rellenados hasta un centímetro del borde con una mezcla también desinfectada constituida de 2 partes de arena, 1 parte de sustrato para acidófilas, 1 parte de tierra de jardín cribada a través de malla de 3 mm. Algunas especies como Argyroderma, Gibbaeum, Pleiospilos y Lithops agradecen menos sustancia orgánica. Para el resto seguir las indicaciones facilitadas en la página Las semillas. La germinación se produce en menos de 20 días a una temperatura de 16-24ºC y con sombreado al 30%.  Una vez producido el nacimiento hay que reducir la humedad atmosférica. El crecimiento está influenciado por la temperatura del suelo y de los nutrientes. El trasplante, si se hace necesario, puede ser efectuado después de un año.
La propagación vegetativa puede producirse por esqueje ya sea de tallo o de hoja,  así como por estolones, retoños, división de la mata, pero aquello a lo que más a menudo se recurre es al esqueje de tallo. Los Conophytum enraízan mejor si el esqueje se afianza en otoño-invierno en coincidencia con el periodo de crecimiento. Para los géneros leñosos son suficientes tallos de una decena de centímetros, con un corte efectuado justo bajo un nudo. Entonces se plantan los esquejes en un recipiente con arena húmeda y el aire en un sistema cerrado. Para mayor información visitar la página que se ocupa de Reproducción agámica.

Cultivo protegido. No siempre el invernadero puede resolver todos los problemas de cultivo. La razón reside en el hecho de que algunas especies provienen de zonas subtropicales, mientras otras de zonas caluroso-templadas. Algunas especies deben ser regadas en verano, otras en invierno y otras no obstante todo el año. Por este motivo es necesario conocer la procedencia y el hábitat de cada especie que se desea cultivar, a pesar de ello muchos Mesembriantemos muestran una buena tolerancia. Es por lo tanto preferible escoger plantas provenientes de una misma región con el fin de aplicar una uniformidad en el tratamiento.

No es necesario tener en cuenta cual sea, en un cierto momento, la estación en el hemisferio sur, es suficiente observar el momento en que las plantas entran en actividad y actuar en consecuencia. Estas, de hecho,  toman referencias del día y de las temperaturas del hemisferio en el cual crecen y elaboran sus programas consecuentemente. Resulta sin embargo de gran utilidad el conocimiento de las áreas de donde provienen, con el fin de crear condiciones de vida favorables y adquirir datos sobre los ritmos de crecimiento y reposo que estas plantas particulares tienen en su hábitat.

Para las plantas que requieren una protección durante la estación fría, no es indispensable un invernadero, también una estructura provisional con cubierta de film plástico o un cajón puede resultar útil para protegerlas del hielo y la lluvia, con la condición de volver a llevar las plantas al exterior en la estación buena.

Sustrato. Se puede utilizar la misma mezcla indicada para las semillas, con añadido de harina de huesos.

Situación. Casi todas las plantas prefieren pleno sol, pero son bastante sensibles a las quemaduras solares en el inicio de la estación, por tal razón deben ser expuestas gradualmente.

Polinización. Casi todos los Mesembriantemos son auto estériles, aunque sean bisexuales, por lo cual es necesario utilizar plantas de la misma especie, pero pertenecientes a clones distintos (polinización cruzada). En la naturaleza esta operación es efectuada por los insectos. Poquísimas especies son cleistógamas.

Las semillas se recogen una vez que las capsulas están secas. Se pueden utilizar dos técnicas: una la mojar la capsula de manera que se permita la salida natural de las semillas; el otro método consiste en meterlas (las capsulas) entre dos hojas de papel espeso y romperlas con un objeto contundente. Las semillas se conservan en un lugar seco y se mantienen fértiles varios años, especialmente si están conservadas en un ambiente fresco entre 3 y 10 ºC (frigorífico).

Riego. Los Mesembriantemos toleran largos periodos de sequedad, pero prosperan si son regados de forma ocasional abundantemente y nebulizados a menudo  en las horas mas calidas con agua a temperatura ambiente. Si las hojas tienden a arrugarse es síntoma de necesidad de agua. La frecuencia del riego depende del periodo estacional, temperatura, humedad, composición del suelo, recipiente. No se riega durante el periodo de reposo.

Parásitos. Muchas enfermedades se pueden prevenir cuidando la higiene de los lugares donde las plantas se ubicarán, sin descontar los recipientes y los utensilios de uso normal. Si notamos un ataque fúngico o de moho es necesario intervenir con solicitud para evitar que se expanda la infección. También la podredumbre del cuello de la raíz y la pudrición blanda son debidas a un hongo que hay que combatir con productos apropiados (por ejemplo Ziram, Ipodriona).

Controlar frecuentemente la presencia de pulgones, cochinillas, orugas, caracoles y, con auxilio de una lente de aumento, la de la araña roja.

Para más información volver a la pagina “Las enfermedades”. Para información sobre géneros individuales y acerca de las especies se aconseja la lectura del libro: “Wygíes, le perle del Veld”.